Por: Pastor Ramón Valle
El romance es algo muy bueno. Pero solo porque es bueno, no significa que podemos disfrutar del cuándo y dondequiera que nos parezca. Al igual que los demás dones que Dios ha creado, el amor romántico también puede ser usado erróneamente.
No es suficiente tener sentimientos románticos solamente. El romance que perdura, necesita sabiduría práctica y repleta del sentido común. El tipo de sabiduría que es saber reconocer cuando permitir que los vientos sentimentales nos eleven cada vez a mayor altura y cuando retirarse.
Hoy identificaremos la diferencia entre romance y sabiduría
I. El amor fatal dice ¡Lo deseo, ahora y que!...La Sabiduría ínsita a ser pacienteEs de sabios tener paciencia Prov 19:11a (BLS)
La paciencia es importante no solo para esperar por el tiempo correcto cuando debes comenzar una relación, sino para permitir que se desarrolle a un paso saludable.
La impaciencia los apresura todo. Nos incita a pasarle por encima al tiempo y la atención que requiere una relación de amistad saludable, y a lanzarnos inmediatamente a la intimidad física emocional.
La impaciencia los encamina por una senda sin límites de velocidad “Simplemente nos conectamos al instante”.
La sabiduría no llama a tomar las cosas con calma. Podemos ejercer la paciencia porque sabemos que Dios es soberano, y fiel.Porque en ti, Jehová, he esperado, tú responderás, Jehová, Dios mío. Salmo 38:15
II. El amor fatal dice “ Deje que los sentimientos decidan lo que ha de suceder”
La sabiduría nos guía a ir por una relación con propósito.
Al comenzar una relación debemos estar dispuestos a conocernos y estar con el propósito del matrimonio. El ser honesto respecto a nuestras esperanzas e intenciones para una relación, es básica y esencial para desear y hacer lo que conviene y es mejor para la otra persona.
El camino del pecado siempre procura separar los sentimientos del compromiso. En proverbios, se habla de la necedad como una malvada seductora que atrae a su victima con ofertas de placeres sexuales y románticos, carentes de responsabilidad alguna.Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana; disfrutemos de amores. (Prov. 7:18)
. Así es como obra la necedad, Nos llama a que disfrutemos sin la más mínima preocupado por el bienestar de los demás. La necedad procura la intimidad, sin obligaciones.
III. El amor Fatal dice “Disfruta la fantasía”
La sabiduría reclama que fundemos nuestras emociones y percepciones en la realidad.
¿Que es una emoción? Es una expresión física sobre la manera en que percibimos el estado de algo que valoramos. Ira, alegría, miedo, tristeza, gozo, y odio, todas estas, son combinaciones de nuestras percepciones y de nuestros valores.
Por ejemplo, dos hombres observan que un gato esta atropellado por la ruta 30 ahí por metro centro, ellos pueden experimentar emociones completamente diferente, basado en como es que perciben dicha situación y cuanto valoran a los gatos.
Un de ellos odia a los gatos sus emociones ante el gato es alegría por el gato atropellado, mientras que el otro hombre sentir dolor por lo que le a pasado al gato. En una relación, si nuestros valores son piadosos y tenemos una percepción correcta sobre los valoramos, entonces nuestras emociones serán adecuadas y saludables.
Pero si uno de los dos no esta a tono con la verdad, nuestras emociones serán inadecuadas y enfermizas. Nuestra meta debería ser el estar emocionados por lo que es verdaderamente importante.
La sabiduría nos llama a basar nuestras emociones en información correcta, y no distorsiones. Cuando estamos conociendo a alguien debemos basar nuestras emociones en la realidad no fingir nuestra emociones por ejemplo:
• Cuando no sabes de alguien debes preguntar sobre sus valores, sus motivaciones y sus metas.
• La vida real, con la familia, la iglesia, con los amigos.
• La manera en que la persona maneja las presiones.
• La sabiduría te permite ver los bueno, lo malo, lo feo, lo bonito de tu pareja.
El romance habilidoso del que hemos estado hablando, nos llama a estar seguros de tales sentimientos fluyen de una realidad, y no de un proceso de racionalización.
Conclusión:
La sabiduría complementa el romance. Igual que una cuerda de atada al cometa, la sabiduría permite que el romance verdadero se eleve. Le sirve de ancla, lo disciplina, y lo lleva a su máxima potencia.
martes, 16 de febrero de 2010
¿ESTOY SEGURO DE LO QUE SIENTO?
12:11
Coordinación Espiritual
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