-Colosenses 3:23 (TLA)
Testimonio de Kaká
Su talento les ha llevado a lo más alto de la competición: disputar un mundial. Viven el sueño que muchos quisieran cumplir y lo agradecen a Dios. Los brasileños Kaká y Lucio, el centrocampista paraguayo Jonathan Santana, o Vincent Enyeama, el portero nigeriano que amargó el debut de Messi, hablan de su fe sin tapujos. Aunque la FIFA no les deje manifestarlo en el terreno de juego, su testimonio sale a la luz.
En el caso de Jonathan Santana, su historia va más allá del triunfo deportivo. «Dios me salvó, hizo un milagro», asegura el centrocampista que en 2002 estuvo en estado crítico tras ser tiroteado en Argentina. Ocho años después, forma parte del plantel paraguayo que participa en la copa del mundo en Sudáfrica.
A su compañero Cabañas le pasó algo parecido hace poco. Y como el delantero, Santana pudo seguir vivo para contarlo, volver a jugar al fútbol y debutar ante Italia en un Mundial. Y todo gracias a una intervención divina, a la ayuda de Dios. «Él me salvó», asegura, haciendo gala de una fe que impregna todas las facetas de su vida.
Nacido en Buenos Aires hace 28 años, Santana comenzó su relación con el balón a los ocho años en el club General Paz del barrio porteño de Mataderos. Se formó en las categorías inferiores del San Telmo, pasó al Almagro y en 2001, a los 19 años, debutó en la Primera División argentina.
La vida le sonreía, aunque todo estuvo a punto de truncarse el 3 de febrero de 2002. Aquella jornada, Santana se dirigía a Ezeiza, a un entrenamiento de su equipo, por la autopista 25 de mayo en un Renault Megane que conducía su padrastro cuando, a la altura de Villa Solati, un Twingo se colocó a su par y dos desconocidos le dispararon tres balazos del calibre 22. El futbolista recibió el impacto de dos proyectiles, uno en el hombro y otro en el cuello, por lo que tuvo que ingresar en el hospital en estado crítico. Allí fue sometido a una traqueotomía de urgencia y a una intervención quirúrgica que acabaron salvándole la vida.
Su evolución fue satisfactoria y, de forma increíble, seis meses después Santana volvió a vestirse de corto con el San Lorenzo de Almagro. Posteriormente pasó a River Plate y actualmente milita en el Wolfsburgo, una carrera notable que, después de obtener la nacionalidad paraguaya en 2007, le ha permitido alcanzar la condición de mundialista.
El centrocampista recuerda todavía aquel episodio trágico que a punto estuvo de terminar con su vida y no duda en reconocer, debido a su profunda religiosidad, que la intervención divina fue fundamental en su salvación. «Yo ya había aceptado a Cristo en mi corazón mucho antes de aquel episodio, aunque admito que me sirvió para afianzarme en mis creencias y poder superar ese mal momento. Soy muy creyente. Entiendo perfectamente que para aquél que no conoce a Dios esta frase resulte chocante, pero yo viví muchas cosas en las que él me ha mostrado que tiene fidelidad. Yo soy cristiano, pero lo mío es una forma de vida y sé que Dios tuvo mucho que ver en que yo me salvara aquel día. Después de aquel capítulo de mi vida conocí mucho más a Dios. Me di cuenta de que no consiste sólo en leer la Biblia, sino en tomarle como un amigo», relata.
Su fe es conocida en Sudamérica desde hace muchos años. Durante su periplo en River Plate, Santana lideró junto a Radamel Falcao, actual delantero del Oporto, un grupo que algunos bautizaron como La banda de Dios y en el que varios futbolistas se reunían en una iglesia para orar, leer la Biblia y relatar sus experiencias personales. El paraguayo reconoce que cada vez que sale a jugar pide a Dios que le proteja, pero admite que «tengo claro que él no siente predilección por ninguna camiseta de fútbol, por lo que la oración la aplico más en mi vida personal».
Nueve años después de ver de cerca la muerte, Santana sigue teniendo claro que fue la intervención divina la que hoy le permitirá debutar en un Mundial (ayer, ante Italia). «Es por su amor por lo que yo vivo y quiero vivir. Y ese amor es para todo el mundo, no hay excepción. Por eso hay que tomar una decisión en la vida y veces humillarse ante Dios. Él siempre nos va a estar esperando con los brazos abiertos».
El portero nigeriano Vincent Enyeama no pudo disfrutar plenamente en su primer partido del Mundial. A pesar de ser designado el mejor jugador durante los 90 minutos, su equipo perdió ante la poderosa selección argentina. Sin embargo, si alguien evitó una goleada fue Enyeama, que evitó en varias ocasiones el gol de Messi, Higuaín o Tévez.
«Mi secreto es Dios», afirmó el portero. «Creo mucho en Dios y él marcó la diferencia. Dios es mi secreto. Me tranquiliza», insistió. Enyeama tapó cuatro tiros con destino de red nada menos que a Messi y dos a Higuaín. Despejó balones que buscaban rincones lejanos y también ganó un par de mano a mano.
El portero, quien milita en el Hapoel israelí desde el 2007 y juega en la selección desde el 2002, dijo que le atrapó tantos balones a Messi porque vio «varios partidos de la liga española, pero sobre todo por la gracia de Dios».
Como una bendición de Dios, así calificó el delantero de la Selección Mexicana, Guillermo Franco, el hecho de poder jugar la inauguración del Mundial de Sudáfrica 2010.
«Es una bendición de Dios, no todo el mundo tiene la posibilidad de inaugurar un Mundial, somos concientes de los millones que presenciaron el juego. Más allá de los grandes nombres y de las personalidades, para nosotros es una bendición de Dios el hecho de ser los escogidos para poder inaugurar una Copa del Mundo», mencionó el atacante.
Esta es la segunda Copa Mundial de la FIFA para el delantero del West Ham United tras su participación con el Tricolor en Alemania 2006. Franco es reconocido como un cristiano comprometido. Durante la celebración del campeonato de la selección mexicana en la Copa de oro 2009 al Guille Franco, mostraba con convicción una camiseta con la frase «I Love Jesus», «Yo amo a Jesús».
Esta es la continuación de las notas que escribí acerca del principio bíblico de la Amputación Radical.
Si sabemos las cosas que debemos quitar por completo de nuestra vida, podemos comentar acerca de las razones por las que nos es difícil practicarlo cada día:
1. Por tus múltiples excusas
Si lo piensas bien, toda razón para no ser obediente es solo un deseo desesperado de nuestra carne y de nuestra alma para que no le quitemos la descarga del sexo inmoral, para racionalizar, para pretender que hay “razones inteligentes” para no eliminar el pecado: Mi computadora la usan también mis hermanos, es cierto que tenemos relaciones sexuales, pero también somos muy buenos amigos, si yo me aparto, ¿quién les predicará el evangelio? (esta es una de las más ingeniosas), primero quiero salir de mi depresión y luego con la adicción sexual, es que nadie me apoya en casa/la iglesia, esto de la ayuda por Internet no es para mí…
Ninguna excusa tiene sentido, y siempre habrá alguien que te muestre que es falsa. No hay otra forma de vencer a las excusas, que renunciando a ellas de una vez para siempre. La obediencia a Cristo no es algo que haya que explicar o negociar, y lo que está en juego es tu pureza sexual y tu vida misma.
2. Por que tienes una relación emocional con las fuentes del pecado sexual
Todo adicto crea verdadero afecto con el pecado. Realmente da tristeza y nostalgia deshacerse de la pornografía, son tantos recuerdos y tan “buenos momentos” que nos acompañaron durante una vida entera. ¿Quién nos dirá que somos hombres de verdad, si ya no están las actrices porno para asegurarlo? ¿Quién va a quererte por las noches, si tienes que renunciar a tus fantasías románticas que no puedes dejar?
Por eso para deshacerte de tu pecado, necesitarás el apoyo de amigos en los que puedas confiar, de un consejero o consejera, y de tu familia. Las emociones quedarán rotas y deberás aprender a sanear tu interior, poniendo tu confianza y tu necesidad de validación en Dios, la mejor y mayor fuente de afecto genuino.
3. Por auto-sabotaje de tus propios miedos
¿Has notado que a veces eres tu peor enemigo? El pecado sexual nos ha hecho creer que somos miserables, y que también merecemos un castigo, que no tenemos derecho a salir adelante, y que nosotros somos el acusado, y nuestro propio jurado y juez que nos condena. El miedo te dirá “No puedes lograrlo, no pudiste en el pasado y ahora no hay diferencia”. “Siempre has dejado las cosas a medias”, “Cuando intentes contarle a otros tu testimonio, se reirán de tus estándares”, “Como soltero, es imposible llegar virgen al matrimonio”, “Este matrimonio se va a acabar, no puede ser tu esposa la única pareja sexual en tu vida”.
Hay muchas cosas que debes hacer para vencer tu miedo, pero la principal es creerle a Dios, y seguir adelante. Una frase que atesoro es “Identifica tus miedos, y luego actúa a pesar de ellos”. Por mucho miedo que tengas a no poder lograr una vida de pureza, Dios tiene palabras mejores que las tuyas acerca del miedo, y sé que prefieres creerle a Dios, Él ha comprobado tener mejores argumentos que los tuyos
4. Por tu orgullo
Hay un pasaje en la Biblia que habla de Naamán, un militar que enfermó de lepra (que es una figura del pecado sexual), y fue con el profeta Eliseo para que lo sanara. El profeta le dio instrucciones de que se zambullera en un río modesto. Naamán creyó que la solución no estaba a la altura de su dignidad:
Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. – El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio. 2 Reyes 10-11,15 RV
Yo mismo recuerdo que la primera vez que encontré este website, pensé que era demasiado poca cosa para mí. Ahora hay ocasiones en las que algún hombre al que estoy ayudando me pide mis credenciales y experiencia laboral para saber si puedo guiarlo fuera del pecado o si busca a alguien más -así de alucinante es el orgullo que viene con el pecado sexual. Necesitamos exponer nuestro corazón a que Dios quiebre nuestro orgullo, y mientras más rápido tomemos las decisiones de ser humildes para reconocer que necesitamos ayuda, dolerá un poco menos.
...Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin... Mateo 24:10-14
"si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra."
Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad
Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz...